Fragmento traducido y editado del artículo “Abjection. Objection. Subjection: rethinking the history of AIDS in Australian gay men’s futures”, publicado en Culture, Health & Sexuality, Vol. 0, Iss.0,0 (CC BY-NC-SA)
La gente de la diversidad sexual ha pasado de ser una población rebelde a una políticamente correcta. En este análisis, el académico australiano Gary W. Dowsett reflexiona sobre cómo, al ritmo del capitalismo, el placer sexual gay, antes retador, se ha vuelto un artículo de consumo más
¿La comunidad LGBTI ha abandonado la propuesta de Michel foucault de pugnar por las relaciones afectivas inéditas e innovadoras? ¿La cooperación con los poderes públicos en la prevención y combate del VIH/sida han diluido lo que alguna vez fue disidencia sexual y protesta antisistema? ¿De la 'abyección' generada por el clóset y el oprobio social, y la 'objeción' que supuso la lucha de liberación sexual, se ha transitado a ese comedimiento civil que es la nueva 'sujeción' al orden dominante? En este ensayo, el activista australiano Gary Dowsett ofrece una visión crítica de la creciente domesticación civil de las minorías sexuales
El cambio hacia tecnologías biomédicas cada vez más efectivas reresenta sin duda un gran avance, pero se ha visto acompañado por la degradación de 35 años de aporte cultural y comunitaria a la respuesta al VIH por parte de las poblaciones afectadas
Para el consumidor en esta economía política de la esperanza, la salud y el bienestar, la recompensa consiste en no infectarse con el VIH
A medida que los enfoques biomédicos para la prevención quedaron reetiquetados como "tecnologías de prevención", pasaron al ámbito del mercado universal y distrajeron la atención de todo enfoque cultural y comunitario
La epidemia del VIH condujo a los hombres gay a una política de sujeción y los relegó a ya no ser desde ahora más que los “intérpretes de una sola nota”, en referencia a una célebre canción de Judy Garland. Esa nota es la letra A y se relaciona con las siglas AIDS (sida). En Occidente, pero cada vez más a nivel global, ese es el gran tema de los hombres gay, como si no existiera ningún otro. Ya sea que estén trabajando sobre la epidemia en sus propios países o en otra parte, los gays han dirigido y se han responsabilizado por el combate a la epidemia global entre los hombres gay y otros “hombres que tienen sexo con hombres”, o HSH, como se les clasifica a nivel mundial, aunque no siempre de modo pertinente.